Desde muy pequeño me habían interesado las artes escénicas. Recuerdo visitar obras teatrales cuando aun era un mico y visualizarme haciendo todos y cada uno de los papeles. Mis padres cuentan que siempre que había visita yo me preparaba un espectáculo diferente para ellos, siempre con la fiel compañía de mi hermana pequeña, que se dejaba arrastrar por las películas que mi imaginación creaba. Cuando vieron que los shows privados se me quedaban cortos me apuntaron a mi primera escuela de teatro, donde descubrí un poco más la profesión que me sigue fascinando a día de hoy, entre espectáculos con danza, música, caracterización y el acercamiento a personajes que cada vez eran más alejados de mi perfil,  y ligado al paso del tiempo, supe que quería ser actor.

A los 14 años comencé a profesionalizarme y a dar clases de interpretación con Maria José Pazos, la que a día de hoy considero que fue mi guía para saber que caminos artísticos y vitales debía tomar en aquella etapa. Luego vino el estudio de Teatro Consciente, las horas de ensayo, los quebraderos de cabeza, el cansancio, Réplika Teatro, montajes y más montajes, festivales, spots publicitarios, compañeros increíbles, preparación ante la cámara, la acrobacia escénica, el canto y la danza, los castings y los selftapes, las sesiones de fotos, el entrenamiento constante, los grandes maestros, las clases de texto, talleres y cursos intensivos, alguna que otra lágrima pero muchísima pasión, motivación, horas, esfuerzo y sobre todo el amor incondicional que se mantiene en mí por el teatro y el cine. 

A día de hoy sigo formándome y trabajando en todos los proyectos que encienden en mi la llama que se encendió hace mas de 17 años, pero sobre todo sigo aprendiendo cada día algo nuevo.

Nos vemos en la siguiente aventura.